En una época en la que tanto adultos como niños están tan sometidos al ritmo frenético, al consumo incesante y a la vida frente a las pantallas, en ocasiones merece la pena tomarse un respiro.
En una época en la que tanto adultos como niños están tan sometidos al ritmo frenético, al consumo incesante y a la vida frente a las pantallas, en ocasiones merece la pena tomarse un respiro.